Desde ayer
estabas un poco enfermito… y mami también anda en esas. Te di la medicina y te
arropé hasta que viniera mami de trabajar.
Ella llegó con
síntomas de gripe y hoy se fue con poca hambre pero con muchas ganas de
trabajar por ti.
¿Sabés? Uno no
sabe de ese sentimiento de dejar cada mañana a la familia para ir a trabajar
has que uno ya es grande. Tu seguro lo tendrás cuando, primero Dios, encuentres
a la mujer adecuada y tengas tus hijos.
Yo la encontré.
Me costó encontrarla.. y vaya si no. Estaba unos mil 100 kilómetros lejos de mi comodidad.
Creo que la conquisté con mi trabajo, sinceridad y congruencia entre el pensar
y hacer.
Escogimos a la
mejor mujer. Ella que en la enfermedad más dura estuvo conmigo, ella que ama hacer lo que le
gusta, que me toma de la mano para ir a donde fuera juntos… donde fuera.
Escogimos a la
mejor mujer. Porque seguramente Dios te preguntó en el momento que eras un
angelito con quien deseabas estar y tu dijiste: con dos personas que se amen sin
importar de donde vienen, como hablen o que tengan. Que sepan enseñarme que la
vida es para eso, para vivirla.
Démonos un abrazo
de felicitación: ¡Escogimos a la mejor mujer!
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