Hoy vendimos tu cuna. Fue una decisión dura pero en definitiva la mejor. Tu mami me llamó y me preguntó si me dio sentimiento al venderle y le dije que sí.
Cada una de las
cosas que compramos lo hicimos con mucha ilusión. Recuerdo el día que la
compramos que fuimos a Kids Box y solamente llevamos Q1,000 y estaba a Q1,800.
Era un domingo. Regresamos a la casa,
fuimos al banco y sacamos algo de nuestros ahorros para comprarla. Fue en julio del 2012.
Ahora que escribo
estas líneas recuerdo que en la parte de abajo estaban el manual y le escribí
la fecha. Pero como repito lo material es efímero. El apoyo de tu mami, su actuar decidido y la
forma en que cuida las cosas… eso es para siempre… o hasta que la muerte nos
separe.
En conclusión
quiero decirte que si bien dejamos muchas cosas materiales lo importante es lo
que aprendiste y llevas en el corazón, las puertas que dejaste abiertas, los
momentos que disfrutaste y lo que hiciste para bien.
“Lo comido y lo
vivido nunca se pierde” dice tu abuelo Luis.
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