Querido hijo:
Hoy empiezo este
blog o diario como formar de compartir contigo los momentos que hemos pasado
juntos. Talvez después sea difícil
hacerlo por alguna u otra razón. Desde
hoy puedes leer lo que aprendimos juntos en nuestro apartamento llamado Hogar.
He deseado
escribirte desde hace mucho, específicamente desde que renuncié a un trabajo
que me afectó mucho. Por el momento mami
trabaja y ella llega tarde, en la noche, mientras yo te cuido, te formo y busco
trabajo. Pienso que hago los tres
trabajos menos remunerados pero los más retadores: ser escritor, buscador de
trabajo y papá.
Para contarte un
poco en las mañanas junto a mami arreglamos la casa y compartimos juntos el
desayuno. Luego comemos frutas y
sobretodo: jugamos juntos. En las tardes vemos videos juntos y yo escribo este
diario en las noches… esperando a mami.
Por ahora esa es
nuestra rutina. Dios sabrá el momento en que cambiará, para mientras me enfoco
en hacer lo que le prometí a Dios cuando me dio la oportunidad de recibir a un
angelito en en este mundo: cuidarte y darte las herramientas para superar lo
que las generaciones pasadas hicieron lograron: Utilizar los talentos para la vida.
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